Rehabilitación integral de ático en casco histórico
La reforma de este ático llegó de la mano de una clienta que quería volver a disfrutar de su vivienda dándole una nueva imagen. Luz, espacio, amplitud y funcionalidad eran los requisitos impuestos para la reforma. Además de los criterios estéticos y funcionales, se cuidaron los criterios energéticos, ya que debido al tipo de construcción y a que era último piso de un bloque de viviendas catalogadas en el casco antiguo, durante el invierno la vivienda era bastante fría y en los días de calor, la estancia era incómoda.
Como no se podía intervenir en la mejora energética desde fuera de la vivienda, se creó una nueva piel interior en toda la envolvente de la misma, suelo, paredes y cubierta. Toda la tabiquería interior se derribó buscando una nueva distribución amplia y diáfana. Sólo se mantuvo el baño, que había sido reformado un par de años antes, y en el cual sólo se cambió el suelo, dando continuidad al mismo en todo el ático.
En poco más de 50 m2, se consiguió que el espacio se volviese más amplio y acogedor. Se plantea la vivienda como una gran suite, sin puertas excepto la del baño, donde todo abre nuevas perspectivas e imágenes más profundas. Gran parte de la vivienda tiene los techos inclinados, por lo que aprovechar incluso las zonas donde la altura llegaba a 1,50 metros era primordial. También era requisito importante que la vivienda tuviese espacio para el almacenamiento, ya que no se disponía de trastero. Por eso se crea un vestíbulo de entrada con armarios que da paso al salón. Todos los armarios tiene un acabado con puertas de cristal, lo que crea que el efecto espejo haga un efecto de desahogo aún mayor. Se diseña un único dormitorio con un gran armario donde la cama se enfrenta al hueco de entrada con una gran anchura. La cocina, que se mantiene en la misma disposición para aprovechar la situación de las instalaciones, se abre hacia el salón, organizando y compartimentando el espacio con una pequeña península.
Al ser un proyecto con una superficie reducida, los detalles y cada uno de los rincones se cuidó con especial cuidado en los materiales utilizados, así como con el mobiliario y accesorios. Todo el suelo del ático es de roble, incluso en el baño. Utilizando la misma caldera que había y que era casi nueva, se instaló el sistema de calefacción mediante suelo radiante. La luz natural de la vivienda estaba comprometida porque únicamente existían tres velux y una ventana. Por lo que el proyecto de iluminación se atendió con mimo para enfatizar rincones y dotar a toda la vivienda de más luminosidad. Los armarios con acabado cristal ayudan a que esa luz se refleje y se obtengan juegos de sombras que descubren rincones.
Ubicación: Vitoria-Gasteiz, Álava
Año: 2015
Arquitecta: LAURA GURÉNDEZ GARCÍA